Colombia es un país que necesita
encontrar soluciones creativas a sus problemas inmediatos como la
pobreza, el conflicto armado, las deficiencias de competitividad en sus
empresas, la generación de alternativas para los desplazados y
reinsertados. Esto exige la presencia activa no solo de las
universidades sino de todo el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e
Innovación. Se requieren la presentación y desarrollo de ideas
aterrizadas que también sean solidarias con el medio en que vivimos. Un
requerimiento como este, implica un urgente llamado al cierre de la
notable brecha entre la teoría y la práctica donde el problema empeora
entre más se alejan los modelos abstractos académicos y la realidad que
demanda conocimiento popular local y también científico (Mejía, 2002).
La separación de estos dos aspectos se encuentra relacionada también con
la falta de pertenencia y compromiso por estudiar problemas del ámbito
regional; se enseñan y aprenden modelos foráneos y sobre supuestos y
casos de otros países; no se aprovecha la disponibilidad con la que se
cuenta directamente para hacer experimentación en campo, la vivencia y
la retroalimentación directa al trabajar sobre un escenario local (Cure y
Guerrero, 2006).
A pesar que nuestra condiciones actuales de la
actividad científica no son rápidas la inversión en educación ciencia y
tecnología a seguido un camino ascendente bien que con la celeridad
deseada y necesaria así del 0.1% del PIB en 1982 se paso al 0.2%. 1987
el número de científicos y tecnólogos y por millón de habitantes que en
1982 era de 40, alcanzaba los 140 en 1994 y llega en la actualidad a
180.
Colombia cuenta con 500 científicos de los cuales la mitad
no ha realizado estudios de 89 maestrías o doctorado. La meta es
ambiciosa pues las recomendaciones emitidas en el informe de la misión
propone un profunda reestructuración para que en 25 años Colombia
invierta el 2% del PBI, cifra que se adecuado mucho más a los países con
un buen desarrollo científico y tecnológico y permita un numero de
36.000 científicos con un nivel de formación también comparable al resto
de países. Frente a otros sectores la ciencia se ha desarrollado en un
entorno positivo donde solo prevalen pocos, la investigación se ha
desarrollado gracias a la internet la cual es un gran canal de
comunicación y nos brinda herramientas.
En la actualidad en nuestro
país no se están llevando a cabo políticas de gobierno que entren a
fortalecer el campo científico, pues las pocas instituciones existen
para tal fin no reciben los montos económicos suficientes para dedicarse
por completo y con el equipo y material indispensable para llevar a
cabo grandes expediciones científicas que la realidad social amerita,
ese se convierte en el principal reto de los que desean ampliar el campo
científico en nuestro país, el listado es grande al momento de
presentar un listado que abarque las necesidades prioritarias para
llevar a cabo este proyecto.
Pero nuestra misma realidad lleva a
ir creando una nueva sociedad con pensamientos mucho más soñadores, que
desde ya se comience a dar ese vuelco que la misma sociedad exige, es
así que no es solo desde el ámbito escolar, es crear más allá la
motivación permanente por el descubrir y el hacer parte de ese
descubrimiento que le permitirá mejorar día a día el enfoque que hasta
el día de hoy a llevado al respecto.
Tenemos un compromiso con
nuestro país y es salir de ese sueño visto como una utopía, que nos roba
las ganas del cambio de actitud y aptitud en los diferentes aspectos
familiares, formativos y desde los mismos creadores de leyes, para de
una manera más conscientes aportar para que nuestro país del paso que
necesita para enrumbarse como los grandes hoy por hoy del proceso
científico que por supuesto debe estar enmarcado en el beneficio de una
sociedad y sobre todo de la población más vulnerable.
Podemos
concluir con esto que nos falta mucho camino por recorrer, y una toma de
conciencia a la hora de elegir nuestros gobernantes que pienso yo
radica un poco el problema, cuando en Colombia se haga Política de
verdad entonces tendremos esperanza de mejorar no solo a nivel
científico sino en todas las áreas, cuando aprendamos que es mejor
invertir en educación que en la guerra.
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